¿Cómo tratar el dolor de hombro? Causas y posibles lesiones
El dolor en los hombros es uno de los dolores más habituales que puede sufrir una persona. Esto se debe a que en el hombro se encuentra un conjunto importante de varias articulaciones que se combinan con tendones y músculos. Más allá de los propios golpes o traumatismos que una persona pueda sufrir, también son bastante habituales los tirones.
Por otro lado, las lesiones del hombro no se encuentran únicamente asociadas a deportistas. Esto se debe a que el hombro es responsable de trabajar una amplia cantidad de movimientos del brazo y estos son de lo más comunes, por ejemplo, el rascarnos la espalda. Ni que decir tiene que, en el caso de los deportistas, el hombro trabaja bastante más, pero tampoco es condición necesaria serlo para poder padecer una lesión de este estilo.
Debido a todo ese amplio espectro de movimientos que contempla el hombro, es bastante fácil saber cuándo está lesionado. El dolor es la causa más común de cualquier problema que pueda sufrir el hombro y, como causa habitual, este se suele presentar con una limitación al movimiento.
En este artículo vamos a profundizar acerca del dolor del hombro. Vamos a analizar las causas de por qué se produce para así saber como tratar de prevenirlas y, además, ver también las posibles lesiones que se suelen producir independientemente de que se trate de un dolor hombro izquierdo o dolor hombro derecho.
Causas más frecuentes de dolor de hombro
A pesar de que pueden darse diferentes tipos de lesiones y dolores en el hombro, las principales causas de los dolores en el hombro se pueden dividir en cuatro categorías: Tendinitis, inestabilidad, osteoartritis y fractura.
Estas casusas son las más comunes, pero no son las únicas. Esto se debe a que en el hombro también pueden darse otra serie de problemas que, aunque son menos frecuentes, también producen dolor. En este caso, estaríamos hablando de los tumores, de una infección o de cualquier problema que se encuentre relacionado con los nervios del hombro.
Inflamación del tendón del hombro
La inflamación del tendón del hombro también se conoce como bursitis o tendinitis. Este tipo de lesión suele producirse cuando se abusa del hombro. Suele ser habitual en aquellos trabajadores que llevan a cabo una misma función durante mucho tiempo, trabajando con el hombro. Por ejemplo, personas que trabajan en cadenas de producción durante 8 horas seguidas y siempre llevan a cabo el mismo movimiento con el hombro.
Lo que sucede en este caso es que se produce la inflamación de la bolsa que se encuentra entre el manguito rotador del hombro y parte del omóplato produciendo la bursitis. Estas bolsas que tiene el hombro se conocen con el nombre de bursa y son pequeñas bolsas que contienen líquido, se encuentran en todo el cuerpo y tienen como función actuar como almohadillas entre los huesos y los tejidos blandos del cuerpo para reducir la fricción entre ambos.
El problema es cuando esa bolsa se inflama y, por lo tanto, se presenta como dolor. Este tipo de lesión imposibilita muchas de las acciones diarias, por ejemplo, te costará mucho más vestirte o peinarte.
En el caso de la tendinitis, la inflamación no se produce en la bolsa, sino en el propio tendón. Este tipo de lesión se puede producir por desgaste del tendón por demasiado uso. De la misma forma que sucede con la suela de un zapato, nuestros tendones se van desgastando con el paso de los años como síntoma de la vejez.
La tendinitis la podemos dividir en aguda o crónica. En el caso de la tendinitis aguda, esta se produce cuando se llevan a cabo muchas actividades por encima de la cabeza. La tendinitis crónica suele estar asociada a enfermedades degenerativas o las actividades repetitivas.
Inestabilidad
La inestabilidad se produce en el hombro cuando la cabeza del hueso del brazo se fuerza a salirse de la propia cavidad del hombro. Esta inestabilidad puede producirse por dos razones principales. Puede ser imprevista, fruto de una lesión o también puede deberse al uso excesivo del hombro.
Por otro lado, la inestabilidad no tiene que ser necesariamente completa, se puede producir una dislocación parcial si la parte esferoidal del brazo solo sale de forma parcial por la cavidad. Esto se conoce por el término de subluxación y, evidentemente, es menos doloroso que una dislocación completa en la que la parte esferoidal sale por completo de la cavidad.
Las dislocaciones suelen ser más frecuentes cuando los tendones y músculos que se encuentran rodeando al hombro se desgarran o están más flojos. Este desgaste puede ser por una enfermedad o por el paso de la edad como es más habitual.
Osteoartritis
La osteoartritis también es otro de los síntomas que puede producir dolor en el hombro. Es importante tener en cuenta que existen muchos tipos de osteoartritis, sin embargo, el más común es el que se conoce como osteoartritis por “uso y desgaste”. En este caso, síntomas como la rigidez y la inflamación comienzan a darse en mediana edad y empeoran con el paso de los años.
Esta osteoartritis suele estar relacionada con trabajos que utilizan de forma recurrente el hombro o a la práctica de deportes asociado al mismo. Las otras causas de la osteoartritis pueden tener relación con desgarros del manguito rotador, una infección o inflamación.
Fractura
Poco hay que explicar acerca de las fracturas, ya que se trata de uno de los problemas más comunes y conocidos ya que también se da en otras partes del cuerpo. La fractura del hombro, de forma habitual, involucran a la clavícula, el húmero y el omóplato.
Estas fracturas suelen ser más frecuentes en personas de avanzada edad fruto de las caídas y del envejecimiento de los huesos. Así mismo, también son habituales en los deportes de contacto. Una fractura causa un dolor severo y habitualmente se producen inflamaciones y magulladuras en torno al hombro.
Tratamientos para el dolor de hombro
Afortunadamente existen muchos tratamientos diferentes para el dolor de hombro. La utilización de un tratamiento u otro dependerá del tipo de dolor que tengamos y de la intensidad. Por ejemplo, no será lo mismo un tratamiento para el dolor hombro izquierdo y cuello en comparación al dolor hombro izquierdo irradiado brazo.
En algunas ocasiones es habitual que el dolor hombro derecho y cuello pueda afectar a la cabeza. Debido a que este se puede acabar prolongando por el cuello, si la intensidad es bastante alta es posible que se puedan producir dolores de cabeza. Por este motivo, es importante atajar el dolor del hombro siempre que se pueda, ya que también nos limita en una gran medida los movimientos.
Prescripción de medicamentos
Nunca deberás de tomar un medicamento por tu cuenta, es importante que estos siempre hayan sido prescritos por el médico. En el caso de las lesiones de hombro en donde existe inflamación, es bastante habitual recetar antiinflamatorios. Simplemente se tomarán los antiinflamatorios prescritos siguiendo las indicaciones del médico para tratar de reducir el dolor.
Cuando este es muy agudo, también es posible llevar a cabo inyecciones de medicamentos. Estas inyecciones son una de las formas más populares de cómo quitar el dolor de hombro en 3 segundos, ya que actúan directamente sobre la zona afectada durmiéndola aliviando el dolor por completo, como si estuviera anestesiada.
Es importante también ser prudente en estos casos. A pesar de que no sientas dolor debes de tener cuidado con la movilidad o podrás agravar la lesión con el tiempo.
Cambio de actividad
El cambio de actividad es uno de los tratamientos más conservadores en cuanto al dolor de hombro se refiere. Este tratamiento habitualmente pide reposo y, además, añade terapia física específica como tratar ejercicios para dolor de hombro con el propósito de mejorar la fuerza y flexibilidad del hombro.
Las soluciones que se llevan a cabo durante este tratamiento pasan por evitar que se lleve a cabo un esfuerzo excesivo, ya que estas son las que pueden propiciar el dolor que se produce en el hombro.
Cirugía
Se trata de la última solución que se llevaría a cabo para tratar de solucionar un problema de dolor de hombro. Para que te hagas una idea, tan solo un 10% de los pacientes que llegan con dolor de hombro severo precisan de esta cirugía, ya que lo habitual suele ser responder ante tratamientos más simples como el cambio de actividad, el reposo o los medicamentos antiinflamatorios.
Remedios caseros para el dolor de hombro
Puedes tener dolor de hombro por un pinzamiento o un pequeño golpe. Cuando el dolor de hombro no es recurrente y es bastante liviano, en ocasiones ni hace falta ir al médico. Esto supone no recibir tratamiento alguno por parte de profesionales, pero tampoco nos exime de no llevar a cabo toda clase de acciones que nos permitan aliviar el dolor de hombro.
Una de las primeras medidas que te recomendamos que lleves a cabo es aplicar hielo en la zona del hombro. Con el hielo lo que vas a conseguir va a ser reducir la inflamación y, por lo tanto, amortiguar el dolor. En este caso te recomendamos que hagas sesiones de 15 minutos.
Un truco bastante interesante consiste en utilizar una bolsa de guisantes congelados. Por la propia anatomía de los guisantes, la bolsa se va a adaptar a la perfección a la forma del hombro, por lo que el frío se distribuirá de forma uniforme a través de este. Aplica esta solución de hielo durante unos 15 minutos y luego retírala por el mismo intervalo de tiempo. Haz esto unas 3 o 4 veces al día durante 3 días. Lo más importante en este caso es nunca aplicar el hielo directamente sobre la piel, siempre debe de estar envuelto en plástico o tela.
Puedes combinar el uso del hielo con ibuprofeno, ya que es un potente antiinflamatorio que no requiere de prescripción médica y que cómodamente puedes comprar en la farmacia. Por otro lado, es evidente que deberás de tener cuidado con trabajar con el hombro, lo mejor es optar por el reposo y recuperar la movilidad de este poco a poco.
A pesar de que te sientas bien por el hielo o el ibuprofeno, deja descansar tu hombro durante unos días. Recupera poco a poco la movilidad de este llevando a cabo movimientos en forma de círculo o cogiendo pesos ligeros o medianos.
Durante todo este tiempo deberás de prestar especialmente atención a las posturas. Si pasas mucho tiempo sentado, procura buscar una postura en la que la espalda se encuentre recta con los hombros alineados. Ten cuidado a la hora de tumbarte en el sofá ya que siempre deberás de mantener la postura en una posición adecuada.
Finalmente, lleva a cabo ejercicios de recuperación cuando ya te encuentres mejor del dolor. Puedes practicar ejercicios que te ayuden a fortalecer los tendones. Con este fortalecimiento no solo acelerarás la recuperación, sino que también estarás más fuerte de cara a que esta se vuelva a repetir.