Antes se discutía mucho sobre quién envejece antes, si el hombre o la mujer. Hoy se sabe que ambos envejecemos por los mismos mecanismos y a ambos nos afectan dos tipos de envejecimiento: el debido al paso de los años o envejecimiento biológico, y el que está causado por todos los demás factores. A este último se le conoce como envejecimiento ambiental o envejecimiento prematuro, haciendo alusión a que podría ser evitado, al menos en teoría.
Si nos fijamos en el aspecto de la piel, sin prestar atención a los daños en el ADN, el hombre tiene mayor tendencia a mostrar flacidez cuando empieza el envejecimiento prematuro, mientras que en la mujer los primeros signos suelen ser las arrugas en zonas de piel fina como el contorno de ojos y labios. Sin embargo, cómo muestra la piel que ya no se regenera a la misma velocidad, si con arrugas o con pérdida de firmeza, depende del tipo de cutis, de si es seco o graso, más que de los cromosomas.
Volviendo a lo que es envejecer y sus causas, hemos de hablar del exposoma.
Exposoma: definición y por qué aparece esta palabra
El envejecimiento prematuro depende de Factores Ambientales
Este término aparece en el año 2005 para poder estudiar la incidencia de enfermedades asociadas a la edad avanzada con algo más que la edad biológica. De hecho, los dermatólogos lo utilizan a menudo porque no solo permite estimar el riesgo de lesiones cancerosas, sino también el nivel de envejecimiento prematuro.
En las enfermedades que tienen mayor incidencia en población de edad avanzada, sobre un 25% del riesgo de padecerlas en genético y el otro 75% ambiental, si descartamos las enfermedades autosómicas dominantes (naces con ellas y las heredas de uno de tus padres). En lo referente al envejecimiento de la piel, se manejan estos valores y se acepta que sobre el 75%, o incluso más, del deterioro de una piel mal cuidada es causada por todo aquello que no son los genes.
Por tanto, el exposoma se define como la suma de factores externos que actúan sobre el genoma durante toda la vida. Los factores de exposoma externos y, en principio, modificables que afectan al envejecimiento de la piel: radiación solar, contaminación, tabaco, temperatura, nutrición, estrés, falta de sueño y uso de cosméticos.
¿Qué puedo hacer para evitar el envejecimiento prematuro de la piel sin caer en obsesiones?
Reducir el envejecimiento prematuro es tan sencillo como eliminar todos los factores del exposoma que puedas e intentar minimizar la incidencia de los que no.
Pongamos el ejemplo del sol y de alguien que haya nacido y viva en un país como España con un fototipo claro. Esa persona estará en desventaja a la hora de conservar la piel joven y sana con respecto a otra persona con un fototipo más oscuro que también resida aquí y en comparación con alguien de genética similar y mismo fenotipo que sea habitante de los países nórdicos. Sin embargo, si la persona de fenotipo claro cuida sus exposiciones al sol desde pequeña, es muy probable que su piel se vea mucho mejor que la de alguien con mejor punto de partida pero menos cuidadoso.
Antes de pasar a ver qué cosméticos ayudan a prevenir en envejecimiento prematuro, no podemos ignorar que el uso de cosmético puede ser, según la definición, una causa más. Esto es así cuando utilizamos productos muy agresivos, sobre todo para la limpieza, y cuando insistimos en el uso de cosméticos que nos producen irritación en la piel. La inflamación reiterada de la piel acaba favoreciendo también en envejecimiento cutáneo antes de tiempo.
Ahora sí, vamos a ver cuáles son los cosméticos aliados en la lucha contra las arrugas y el envejecimiento de la piel en general.
Protección solar
Ya está casi todo dicho, aunque queremos añadir que tu piel puede necesitar diferentes formulaciones en los filtros solares en diferentes periodos y que no todo es el factor de protección. Hay filtros solares formulados para pieles especialmente secas y otras para pieles grasas, los hay con activos calmantes y con ingredientes cosméticos que combaten la hiperpigmentación.
La mayoría de la gente no precisa hilar tan fino, aunque es bueno que sepas lo extensa que es la oferta en el mercado.
Hidratación y nutrición para reparar el daño ambiental
Al igual que como recomendábamos con los protectores solares, las cremas deben estar adaptadas a la edad y al estado de la piel. Y ahora es más que un consejo, porque si alteramos el equilibrio del manto lipídico o nos quedamos cortos en la hidratación de la piel más pronto que tardes van a aparecer problemas como eccemas, picores, granos, etcétera. De persistir utilizando productos no adecuados, la inflamación más o menos crónica será la puerta de entrada perfecta para una piel envejecida precozmente y, para colmo, posiblemente hipersensibilizada.
Los serums antiedad al rescate
Los serums antiedad te aportan principios activos capaces de estimular la regeneración celular cuando comienza a hacerse lenta, bien sea por la edad, bien por envejecimiento prematuro, y tratar arrugas incipientes y manchas ligeras de pigmentación ya instauradas.
Sus resultados suelen ser mejores si se utilizan antes de tener el problema en la piel, por ejemplo a partir de los 30 años, aunque nunca es tarde.
Si vas a utilizar algunos serums muy potentes pensados para pieles extremadamente castigadas, recuerda el principio básico: si irrita tu piel, te hace más mal que bien.
La mascarilla como aliada para tu cutis
Si tu piel se enrojece con frecuencia porque es reactiva o si un día te has descuidado un poco en la playa o la montaña, no lo dudes y ofrécele mismos extra capaces de calmarla de inmediato. Para este fin suelen ser mejores las mascarillas que los serums, aunque también hay productos de cosmética natural como el aloe vera y las cremas orgánicas enriquecidas con caléndula que puedes utilizar a diario para lograr tener la piel menos irritada.
El envejecimiento prematuro de la piel es el que no de debe al paso de los años y, por tanto, se puede evitar, al menos en teoría. Para saber cómo influyen el ambiente y los hábitos de vida en la salud de la piel se suele utilizar un concepto acuñado en el 2005, llamado exposoma. El exposoma nos enseña nuevas claves para prevenir el envejecimiento precoz.