Una de las cualidades que le pedimos generalmente a una crema facial es que hidrate bien la piel haciendo de barrera frente a las agresiones externas que tienden a secarla y dañarla como pueden ser los rayos UV, el frío y el viento o la contaminación ambiental.
Además, con el paso del tiempo, las pieles maduras pierden de forma natural su humedad y cada vez la producción de colágeno es menor, por lo que necesitamos compensar esas pérdidas con un producto adecuado para ellas, como puede ser una crema facial superhidratante, que la mantenga joven y tersa.
Consejos para elegir una buena crema facial
A diferencia de otras cremas, las consideradas como superhidratantes cuentan con un alto contenido en ingredientes regenerantes e hidratantes, como por ejemplo el aloe vera, que combate la sequedad de la piel, además de poseer propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.
A la hora de identificar una buena crema facial superhidratante debemos tener en cuenta los siguientes puntos:
- Que proporcione hidratación, pero sin engrasar la piel, por tanto, debe ser apta tanto para pieles secas como para pieles mixtas o grasas.
Aunque se tiende a creer erróneamente que las cremas faciales superhidratantes son exclusivamente para las pieles secas, lo cierto es que cualquier tipo de piel puede necesitar hidratación y sufrir las consecuencias de la sequedad.
- Que esté específicamente destinada al cuidado del rostro, por lo que una crema hidratante corporal no podrá utilizarse sobre la cara, ya que cada parte del cuerpo tiene unas características y necesidades concretas.
Mientras que las cremas faciales tienen una textura más ligera y de fácil absorción, las corporales suelen ser más densas, y eso sin contar con que no cumplen con las necesidades de antioxidantes o filtros solares que requiere la piel de la cara.
- Que contenga factor de protección solar, ya que, aunque no es algo que posean todas las cremas faciales superhidratantes, sí que es una cualidad a su favor que tienen muchas de ellas, pues de este modo podremos conseguir hacer frente a los rayos UV que dañan las células de la piel y que pueden hacer que aparezcan manchas en la cara.
- Que calme la piel sensible o irritada y tras su aplicación se obtenga sensación de suavidad y un efecto mucho más liso en el cutis.
Además, no es lo mismo una crema hidratante que una nutritiva, puesto que no contienen los mismos ingredientes ni se emplean del mismo modo. En el caso de las nutritivas, suelen emplearse por la noche, antes de ir a dormir, tienen una textura mucho más grasa y se utilizan para regenerar la piel a base de proteínas, lípidos y vitaminas mientras dormimos.
Las hidratantes, por el contrario, se suelen aplicar sobre el rostro por la mañana para mantener su hidratación durante todo el día y crear una barrera protectora, siempre después de limpiarlo y secarlo, como un paso más dentro de la rutina de cuidado facial diaria.
3 Razones para comprar cremas para el cuidado de tu cara
Si queremos cuidar la piel del rostro intensamente, estas son las 3 poderosas razones que nos llevarán a decantarnos por elegir una crema facial superhidratante:
1. Ayuda a la piel a respirar
Formando una barrera natural que la protege de las impurezas y otros residuos que pueden acumularse en la superficie, como por ejemplo células muertas, que impidan que la piel pueda oxigenarse adecuadamente. Por eso también se suele recomendar aplicar una fina capa de crema hidratante sobre la piel antes del maquillaje.
2. Se consigue una piel más elástica y joven
Ya que los componentes de la crema actúan para equilibrar la pérdida de agua y, por tanto, para mantener la firmeza de la piel, dejándola lisa, suave y mucho más hidratada.
3. Prevenimos la aparición de las primeras arrugas y signos de la edad en la piel
Al mantener la piel correctamente hidratada también estamos evitando la pérdida de firmeza y que con ella empiecen a aflorar arrugas y surcos, así como las manchas en la cara, especialmente si la crema que utilicemos tiene SPF.
Ventajas y desventajas
Como suele ocurrir con otros productos, la crema facial superhidratante también tiene sus pros y sus contras. Por ejemplo, entre sus beneficios encontramos los siguientes:
- Ayudan a la piel a mantenerse luminosa, rejuvenecida y tersa.
- Favorece la hidratación de la piel y la retención de agua.
- Difumina y previene la aparición de arrugas y líneas de expresión.
- Protege la piel frente a factores externos que la dañan a diario.
Por el contrario, si nos excedemos con la crema también puede darse un efecto no deseado y una hidratación excesiva de la piel conlleve problemas en ella.
Esto es debido a que las cremas de este tipo suelen ser muy concentradas y con una pequeña cantidad de producto es más que suficiente para conseguir una amplia hidratación cutánea.
Hay quienes pecan, especialmente en las épocas en las que hace más frío y la piel tiene tendencia a resecarse y enrojecerse, a pensar que a más crema facial, mayor hidratación, sin embargo, aplicar una capa demasiado gruesa puede hacer que la piel sólo tome lo que necesita y el resto se mantenga en la superficie. De este modo el rostro se verá excesivamente brillante y grasiento y es posible que estemos taponando los poros naturales de la piel, favoreciendo la aparición de granitos y otras imperfecciones.
Otro problema que puede darse es que la piel se torne más seca y escamosa, algo que puede resultar llamativo e incluso parecer contradictorio, pero que sucede al no poder crear su propia barrera protectora.
Información sobre uso del producto en otros campos
Al igual como no es conveniente el uso de otras cremas no específicas para el rostro sobre la cara, tampoco debemos emplear la crema facial superhidratante en otras partes del cuerpo o de un modo distinto al recomendado.
Cada producto tiene su función, su modo de empleo y unos principios activos combinados de forma concreta para el fin con el que están creados. Si no los empleamos de esa forma, es muy probable que no obtengamos los resultados deseados.